Ante la necesidad de recuperar el poder perdido, los Illuminati fueron creados por los jesuitas tras la Bula de Extinción del Papa Clemente XIV y su expulsión de, prácticamente, todas las cortes europeas.
El gran objetivo de los Illuminati es unir todo el mundo en un solo cuerpo, en términos políticos, económicos, y religiosos. En otras palabras, preparar el camino para el establecimiento de un "Nuevo Orden Mundial". Este fue el mismo objetivo de Ignacio de Loyola, quien planeó someter al mundo bajo el gobierno del Papa. Así los Jesuitas crearon esta nueva ramificación que se infiltraría en todas las instituciones, y llevaría el mundo a adorar a la bestia, a través de un sistema económico forzado. Esta obra de destrucción del cristianismo por parte de la Orden de los Jesuitas a través de los Illuminati, se efectuaría mediante la infiltración de doctrinas falsas por espías en las iglesias. Evidentemente, ellos no se identificaran como tal, sino que el pueblo que busca a su Creador los reconocerá por lo que dicen o hacen. Una de las enseñanzas de Weishaupt y de la Orden dice: "Todas las religiones que adoran al Dios de los cielos serán infiltradas y/o anuladas, y una nueva religión tomara su lugar". Esto se realizará por medio de la introducción de una religión popular que rompa todas las barreras de separación entre las iglesias, para que asegure la felicidad de la raza humana, a saber, el ecumenismo que son las mismas doctrinas que se llaman "Nueva Era".
Extractos del libro “Vatican Assassins” de-Eric-Jon-Phelps
“Los jesuitas, ahora formalmente suprimidos por el Papa, eran aliados de Federico el Grande de Prusia y de Catalina II de Rusia. El General Jesuita estaba en control de la Masonería del Rito Escocés, y ahora buscaba una alianza con el masónico Barón de la Casa de Rothschild. Para ello eligió un jesuita que era un gentil alemán (no judío) por raza y masón por asociación, Adam Weishaupt.”
“Adam Weishaupt era también un brillante instructor de Derecho Canónico, incluyendo el malvado Consejo de Trento, en un colegio jesuita en Baviera.”
“El 1 de mayo de 1776, la Orden de los Illuminati fue fundada oficialmente en la Universidad Jesuita de Ingolstadt en el antiguo bastión de los jesuitas de Baviera desde donde los hijos de Loyola habían provocado la Guerra de los Treinta Años. La Compañía ahora usaría a la Casa Judía de los Rothschild para financiar la Revolución Francesa, que a su vez emanciparía al pueblo judío en 1791, fomentando la ilusión de que "los judíos", fueron los verdaderos culpables detrás de la agitación en Francia. Rothschild también financiaría el ascenso del masón Napoleón, junto con su consejero entrenado por los jesuitas, Abbe Sieyes. A pesar de los escritos históricos del jesuita Abbe Barruel, quien culpó a los Rothschild y a la masonería de la Revolución, fue la Compañía de Jesús, que utilizó estas mismas herramientas para llevar a cabo la Revolución y castigar a los monarcas que se atrevieron a expulsar a los hijos de Loyola de sus dominios. Los jesuitas, después de haber sido expulsados del Imperio Español, encontraron refugio en Córcega. Desde allí levantaron a su gran vengador, Napoleón Bonaparte.”
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