CLAUDE DEBUSSY.
Debussy nació en 1862 y, aunque su familia era pobre, no tardó en tener contacto con personas ricas e influyentes.
Cuando era aún adolescente, actuaba de pianista en el castillo de la amante del presidente de Francia y, al parecer, conoció también al jefe del estado.
En 1880 fue adoptado por la noble rusa que había protegido a Tchaikovsky y viajó con ella a Suiza, Italia y Rusia.
En 1884, después de ganar un codiciado premio musical, pasó una temporada estudiando en Roma.
Entre 1887 y 1906 vivió en París, pero los años que precedieron y sucedieron a este período los dedicó a viajar. Se sabe que estos viajes le pusieron en contacto con personas eminentes. Intentamos averiguar si alguna de ellas estaba relacionada con las familias cuyas genealogías figuran en los «documentos Prieuré», pero nuestros esfuerzos fueron en vano. Averiguamos que Debussy era aficionado a mantener el secreto en lo que se refería a sus conocidos. Muchas de sus cartas han sido suprimidas y en las publicadas se han borrado nom¬bres importantes y frases enteras.
Al parecer, Debussy conoció a Víctor Hugo por mediación del poeta Paul Verlaine. Más adelante puso música a varias obras de Hugo.
Durante su estancia en París formó parte de los círcu¬los simbolistas que dominaban la vida cultural. A veces estos círculos eran ilustres, otras veces eran extraños y en algunas ocasiones eran ambas cosas. Entre sus componentes se encontraba el joven clérigo Emile Hoffet, a través del cual Debussy conoció a Bérenger Sauniére; a Emma Calvé, la diva aficionada al esoterismo; al enigmático mago de la poesía simbolista Stéphane Mallarmé, a una de cuyas obras puso música Debussy; al dramaturgo simbolista Maurice Maeterlinck, sobre cuyo drama Pelléas et Mélisande escribió Debussy una ópera famosa; y al extravagante conde Phillipe Auguste Vüliers, que escribió la obra teatral «rosacruz» Axel. Aunque su muerte en 1918 le impidió terminarlo, Debussy empezó a escribir un libreto para el drama ocultista de Villiers, con la intención de componer también una ópera basada en él.
Entre sus otros conocidos estaban Oscar Wilde, W. B. Yeats, Paul Valéry, André Gide, Marcel Proust.
En sí mismos los círculos de Debussy y de Mallarmé estaban impregnados de esoterismo. Al mismo tiempo, en algunos aspectos coincidían con otros círculos que eran aún más esotéricos. Así, Debussy se asoció con la totalidad de los nombres más prominentes del llamado «renacimiento ocultista francés».
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